No sé muy bien por dónde empezar el balance de este tercer aniversario…
En circunstancias normales lo primero que hubieras leído sería alguna frase de alegría desbordante y celebración. Y, como ves, no ha sido así. No quiero decir que no esté contenta, ni que no tenga motivos para celebrar (los tengo, y muchos), pero este año está siendo tan jodido que este tercer aniversario de Pasaporte Solidario es muy diferente a los anteriores.
Hace unos días soplaba las 3 velas de mi nueva vida. Ya han pasado 3 años desde que decidiera liarme la manta a la cabeza y abrir las puertas de un negocio digital, a ciegas y muerta de miedo, pero también llena de ilusiones y motivación.
Si el año pasado te contaba que los sueños se cumplen y que 2019 había sido el año de consolidación de mi proyecto y de mi vida de nómada digital, este año, al echar la vista atrás, la foto no tiene tanto confeti ni purpurina.
Pero antes de contarte más, quiero compartirte el informe del segundo aniversario, por si llevas poco tiempo por aquí y te apetece echarle un vistazo. Y si quieres echar la vista aún más atrás y conocer los orígenes de Pasaporte Solidario, también puedes leer el informe del 1er cumpleblog.
Y ahora sí, vamos a por el balance de este último año.
Tabla de contenidos
¿Qué te voy a contar del 2020 que no sepas?
Que el 2020 está siendo uno de los años más complicados (si no el que más) que hemos vivido, no es ningún secreto.
Hace un año, el panorama que tenemos ahora era casi imposible de imaginar: una pandemia mundial que nos tendría algunos meses encerrados en casa y muchos meses más con restricciones y nuevos hábitos que cambiarían nuestra forma de vivir y de relacionarnos. Si nos los hubieran contado, nos hubiéramos muerto de la risa y nos habría parecido el argumento de una película de ciencia ficción.
Pero la realidad supera la ficción. Y aquí estoy, escribiéndote esto en un contexto que se ha convertido en “normal” pero que pone los pelos de punta: confinamiento municipal los fines de semana, limitación de las reuniones sociales y de otras actividades, cierre de fronteras autonómicas, mascarilla, distancia social, hostelería y restauración cerradas…, y mil y una medidas más que ya conoces.
Una locura que ya dura muchos meses y que, además de la salud, está afectando a muchos otros ámbitos de nuestras vidas.
Nuestra movilidad ha sido una de las grandes perjudicadas, y ya te puedes imaginar lo que ha significado esto para este proyecto: la cancelación de 5 viajes a Kenia y la consecuente incertidumbre, crisis e inestabilidad económica que eso nos ha traído (igual que a otros muchos sectores que están siendo gravemente golpeados por la crisis de la COVID-19).
Pero vamos por partes, que tengo muchas cosas que contarte 😉
Los viajes: un pilar que se derrumba
Cuando abrí las puertas de mi casita virtual, después de que un voluntariado en Kenia me cambiara la vida, el centro de todo esto, mi obsesión, era ayudar a otras personas a dar forma a su voluntariado. Pero, a medida que pasaban los meses, me di cuenta de que el proyecto jamás se consolidaría si no abría un poco la mirada. Y fue así como, un año y dos meses después del nacimiento del Pasaporte Solidario, surgieron los viajes solidarios y de turismo responsable a Kenia .
Estos viajes llegaron para consolidar el negocio y para transformar mi propósito inicial, para descubrir que podía ayudar a otras personas a acercarse a su voluntariado a través de estas experiencias en Kenia.
Esto que ahora me parece tan evidente era algo que no veía nada claro en su momento, tenía mil miedos e inseguridades. Pero, afortunadamente, me lancé y esos viajes se convirtieron en una experiencia transformadora para decenas de personas y para mí.
Gracias a estos viajes he sido testigo de la transformación de casi 100 personas, que han cambiado su forma de pensar y de mirar al mundo al acercarse a la realidad de Kenia. Y eso, integrar esos aprendizajes y aplicarlos en nuestro día a día es el mejor regalo que un viaje puede darnos.
Con los viajes solidarios como pilar del proyecto, todo iba sobre ruedas hasta que… ¡ZAS! Llegó el Coronavirus para cambiarnos la vida, para paralizarlo todo, y para hacer temblar las bases de mi negocio.
Lidiando con la COVID-19
El 2020 no está siendo un año “normal” para nadie. En mi caso, como te decía, la pandemia del Coronavirus ha significado que el pilar de mi negocio – los viajes – se haya tambaleado a unos niveles tremendos.
Ha habido momentos de todo tipo a lo largo de estos meses, y siento que he vivido subida a una montaña rusa emocional que me ha puesto boca abajo cada dos por tres. Supongo que todas y todos, en cierto modo, hemos vivido en ese sube baja de emociones todos estos meses.
Toda esta locura nos ha pillado en España. Llegamos a finales de enero con la intención de quedarnos unos pocos meses, pero ya sabes… La vida a veces decide por nosotros. Así que aquí seguimos, en Barcelona, echando mucho de menos Kenia y esperando volver más pronto que tarde.
Del escepticismo inicial a la incertidumbre infinita
Cuando en marzo se declaraba el estado de alarma y se cerraban fronteras, hacía pocas semanas que habíamos comprado los vuelos para viajar a Kenia en Semana Santa con un nuevo grupo de viajeros.
Si te soy sincera, yo era de las que al principio se reía de todo esto. No entendía tanto dramatismo, y la alarma que transmitían los medios de comunicación me parecía exagerada. Estaba convencida (como muchos, supongo) de que era un error caer en esos niveles de paranoia, que iba a ser algo pasajero y que en unas pocas semanas volveríamos a la normalidad.
¡Qué ilusa! De aquello han pasado 9 meses y la normalidad que conocíamos no sólo no ha vuelto, sino que probablemente no vuelva nunca (o tarde mucho tiempo en hacerlo).
A medida que pasaban los días, el escepticismo, el optimismo y la incredulidad iniciales se fueron diluyendo y dieron paso a una incertidumbre difícil de manejar.
Cuando cancelamos el viaje de Semana Santa, estaba convencida de que en verano podríamos viajar. Pero cuando decidimos cancelar también los 4 viajes que teníamos previstos en verano… ¡pfffff! Fue como entrara en un túnel oscuro, en el que no se veía el final y en el que, por mucho que intentara avanzar, sólo veía oscuridad.
Echando el freno por responsabilidad
El 1 de agosto se abrían las fronteras de Kenia y se ponían en marcha medidas de seguridad en todo el país. Teóricamente hubiera sido posible hacer los viajes que teníamos previstos en agosto y septiembre, pero a Salu y a mí nos parecía taaaaaan precipitado, que decidimos cancelarlos y esperar cómo se desarrollaban los siguientes meses (tanto es España como en Kenia).
Teníamos muy claro que, aunque la situación económica apretara, íbamos a ponerle cabeza y que íbamos a priorizar la seguridad por encima de todo (la nuestra y la de las personas a las que visitaríamos en Kenia). Y eso requería de un trabajo de adaptación del viaje (itinerario y actividades) y de comprobar que las medidas que se estaban llevando a cabo en Kenia garantizaban la seguridad de nuestros viajeros.
Personalmente, lo que más me preocupaba era exponer a un riesgo innecesario a la población de las ONG y proyectos que visitamos durante nuestros viajes. Se trata de colectivos muy vulnerables, niños y niñas muy pequeños en muchos casos, y si algo tenía claro es que no íbamos a ponerlos en riesgo por intentar salvar nuestro negocio. Así que decidimos echar el freno y cancelar los viajes de verano. Era una decisión coherente y alineada con los valores de este proyecto y, por tanto, era la mejor decisión que podíamos tomar.
Crisis como oportunidad
Ante cualquier situación negativa, tenemos dos caminos: o nos revolcamos en nuestra desgracia, cual cerdito en el lodo, o cogemos el toro por los cuernos y seguimos avanzando a pesar de las circunstancias.
Hay que aprender a vivir incluso en la oscuridad y, una vez aceptada la situación, no quedaba otra que convertir estos momentos de crisis en una oportunidad de crecimiento y de aprendizaje.
Así que decidí optar por el segundo camino y quedarme con todo lo positivo que pudiera sacar de esta situación de m***** . Ahora, después de todos estos meses, puedo decir que lo he conseguido: lejos de lo que imaginaba, 2020 ha sido un año muy productivo, en el que he llevado a cabo algunos proyectos pendientes y he iniciado otros nuevos; ha sido un año de muchos cambios positivos y de un grandísimo crecimiento personal y profesional.
Gracias COVID
Hace unos meses pensaba que 2020 iba a ser un año tirado a la basura, un año de estancamiento. Pero estos meses han dado muchísimo de sí y han abierto nuevos caminos profesionales (enseguida te cuento más sobre esto).
Me cuesta admitirlo, pero siento que sin estos meses tan difíciles, el proyecto no habría crecido ni se hubiera consolidado como lo ha hecho. Probablemente hubiera ido mejor a nivel económico (lo cual es muy fácil teniendo en cuenta los ingresos de este año), pero hubiera sido un crecimiento únicamente cuantitativo y de ingresos.
En cambio, el crecimiento que el negocio ha experimentado ha sido cualitativo. Ha sido una revisión de las bases y de los valores del proyecto, un trabajo de profundización en mi propósito y de alinear más que nunca el proyecto conmigo misma y con mi transformación. En resumen, este tercer año de Pasaporte Solidario ha sido el más transformador y el de mayor consolidación hasta ahora.
Nunca pensé que diría esto, pero gracias al COVID Pasaporte Solidario ha crecido.
La reinvención: Hakuna Matata
Con la incertidumbre y la inestabilidad económica como protagonistas, el panorama era muy complicado. Solo tenía dos opciones: o buscar alternativas para que Pasaporte Solidario siguiera vivo, aportando valor y ayudando a otras personas a pesar de no poder viajar, o dejar en pausa el negocio digital y buscar trabajo presencial como educadora social a la espera de que se pudiera volver a viajar.
Si has seguido mis pasos en los últimos meses, ya sabes qué camino elegí: la reinvención.
Aunque sé que no hubiera sido así, la idea de volver a trabajar en lo presencial y dejar aparcado mi negocio digital me parecía un “fracaso”. Me había costado muchísimo trabajo y esfuerzo hacer crecer el proyecto y abrirme paso en el mundo on-line, y me resistía a renunciar a ello (aunque fuera temporalmente) a causa de la COVID-19. Sentía que ni podía ni quería hacerlo.
Fue así, en medio de esa lucha interna en pleno mes de abril, como en el marco de un proceso de mentoría de estrategia de negocio, Irene Milián me hizo LA PREGUNTA:
¿Por qué crees que estás llevando mejor que otras personas de tu entorno la ansiedad y la incertidumbre de la pandemia?
A lo que yo respondí: ¡Hakuna Matata, Irene! no puedo hacer nada para cambiar la situación y no me sirve de nada dejarme llevar por emociones negativas. Además, en Kenia he aprendido a convivir con realidades durísimas…
Y con esas dos palabras, Hakuna Matata, empezó a girar la rueda y se puso en marcha la maquinaria de una nueva y necesaria reinvención.
Descubrí una creencia limitante que tenía y que me hacía pensar que sólo podía aportar valor y ayudar a otras personas a través de los viajes, presencialmente en Kenia. Y me di cuenta también de que eso era una idiotez enorme.
Y es que es posible vivir todos los aprendizajes, reflexiones y transformación que viven mis clientes en un viaje a Kenia sin tener que salir de nuestro entorno.
Solo tenía que darle forma a la idea y lanzarla para comprobar si estaba en lo cierto.
Fue así como nació el programa de facilitación Hakuna Matata, un programa de 21 días que tiene el objetivo de trasladarte hasta Kenia y que te empapes de todos sus valores y enseñanzas sin salir de tu contexto. ¡Alucinarías con todo lo que puedes aprender sobre ti misma y la transformación tan enorme que puedes vivir sin viajar!
Casi 70 personas ya han vivido este proceso de transformación personal en las tres ediciones del programa, y no puedo sentirme más orgullosa y feliz por haber facilitado este proceso de acercamiento a la realidad de Kenia y a los valores de África.
Este programa se ha consolidado muy rápido y se ha convertido en uno de los 3 ejes del proyecto. Nunca pensé que esto ocurriría y que esas 2 palabras que a mí me han cambiado la vida pudieran cambiar también la vida de tantas otras personas.
Pronto abriré las inscripciones de la próxima edición del programa, ¡qué ganas! Apúntate a esta lista prioritaria para recibir la información de forma preferente y acercarte a África sin tener que viajar miles de kilómetros.
El nuevo Pasaporte Solidario: la transformación
Si los dos primeros años de Pasaporte Solidario fueron de muchos cambios y evolución, este tercer año ha sido el año de máxima transformación del proyecto, una especie de renacer.
El proyecto digital que nació en 2017, absolutamente centrado en el voluntariado, ha evolucionado y ha dejado paso a un proyecto mucho más maduro.
Poco queda de ese proyecto basado en mi “obsesión” por el voluntariado. Ahora, el voluntariado es uno de los pilares de mi casita virtual, pero no el único: los viajes solidarios y de turismo responsable a Kenia llegaron para quedarse, y el Hakuna Matata ha entrado pisando fuerte.
Dentro de mí toda esta transformación estaba muy clara, pero lo cierto es que la cara visible del proyecto no recogía en absoluto todos estos cambios.
Así que no había mejor ocasión para hacer oficial toda esta transformación que el 3er aniversario del proyecto. Si aún no te has pasado por la nueva web, te recomiendo mucho que lo hagas entrando en este enlace, ¡no puedo ser más bonita ni me puede representar más!
Ahora siento que mi proyecto y yo estamos más alineados que nunca, que la nueva web es una extensión de mí y de mi propósito, y que refleja perfectamente la transformación que Pasaporte Solidario y yo hemos vivido a lo largo de estos 3 años.
Esta nueva etapa está marcada por un cambio de propósito: mi misión es ayudar a otras personas a vivir una transformación personal a través de la toma de contacto con la realidad de África. Para ello, pongo a tu disposición 3 posibles caminos: la preparación de un voluntariado consciente, los viajes solidarios y de turismo responsable a Kenia, y el crecimiento personal basado en la filosofía Hakuna Matata.
Unos cuantos números
Como en todos los informes que publico, aquí van algunos datos que recogen lo que ha sido este tercer año del negocio:
Los contenidos
En cuanto a nuevos artículos publicados en el blog, he batido un récord negativo del que no me siento orgullosa. No es excusa para ello, pero hay 2 razones por las que he escrito tan poco contenido nuevo: en primer lugar, con toda la situación que hemos vivido, las musas me han abandonado y he perdido toda la inspiración (e incluso la motivación); y, en segundo lugar, he estado trabajando muchísimo en la trastienda del proyecto para lanzar el nuevo Pasaporte Solidario.
Pero esto te lo cuento después 😉 Ahora te dejo con los artículos de este tercer año:
- ¿Aún no te crees que cada grano de arena cuenta? Así conseguimos mejorar la vida de 42 niñas en Kenia.
- Solidaridad y Coronavirus. O cuando la crisis nos pone frente a nuestras luces y nuestras sombras.
- Charla Hakuna Matata #1. Desarrollo personal viajando a India con Javier Holgado, de Paradise Revolution.
- Huellas de Kenia #1. Cuando África te enseña a confiar en la vida, con Gloria Navas.
- Charlas Hakuna Matata #2. Un viaje de transformación personal a Indonesia, con Irene Milián.
Hace un año te contaba que los 3 artículos más leídos del blog eran, en este orden: Viajar gratis haciendo voluntariado, 35 proyectos de voluntariado en Latinoamérica y 50 proyectos de voluntariado en África.
Hoy te cuento que, en este tercer año de proyecto, un nuevo artículo ha entrado con fuerza en el podio:
- 10 webs para viajar gratis haciendo voluntariado.
- La filosofía Hakuna Matata (o mi secreto para vivir más feliz)
- 35 proyectos sociales para hacer un voluntariado en Latinoamérica.
Que el Hakuna Matata haya cobrado tanto protagonismo responde a que, por lado, se ha convertido en uno de los pilares del proyecto y a que, por otro lado, las búsquedas de herramientas para sobrellevar mejor la crisis que estamos viviendo se ha disparado en Internet.
La lista de correo electrónico
En este punto tengo que contarte algo: hace un año mi lista de correo contaba con 1.903 suscriptores, y hoy cuenta con 1.980. No es que solo se hayan sumado 77 personas a la comunidad en todo un año, sino que he aplicado un filtro y solo he conservado a los suscriptores activos. Hasta hace unas semanas eran casi 2.500 suscriptores, pero un número elevadísimo de ellos no abría ningún email desde hacía varios meses. Así que eliminé a estos contactos y me quedé con las personas que realmente están interesadas en lo que hago.
Como ya te dije el año pasado, no aspiro a tener una lista enorme de suscriptores. Prefiero la calidad que la cantidad, y estoy absolutamente convencida de que las casi 2.000 personas que forman parte de esta comunidad están alineadas con mi propósito. ¡Mil gracias a todos y todas!
¡Así que muchas gracias a todos los que estáis ahí, acompañándome en esta andadura!
Sé que muchos lleváis aquí desde el principio, otras acabáis de llegar. A todxs y a cada unx de vosotrxs, os estoy absolutamente agradecida
Si estás leyendo esto y aún no te has suscrito, te invito a que te unas y a que hagas este test gratuito para medir los niveles de Hakuna Matata de tu vida. ¿No te pica la curiosidad?
El tráfico en la web
Un año más, las visitas a la web vuelven a darme una gran alegría. Y es que el tráfico ha aumentado mucho: de las 74.148 visitas del año anterior hemos pasado a 97.803, lo que supone una media de 268 visitas diarias. Este es el mejor registro de visitas desde que empecé con el proyecto, y año tras año este dato aumenta, ¡así que estoy contentísima!
El tiempo medio de duración de cada visita, se mantiene bastante estable y es de 1:41 minutos, lo que significa que cada usuario lee al menos un post completo y visita 1,36 páginas en cada sesión.
En cuanto al tipo de usuarios que visitan la web, el 88,6% son nuevos usuarios y un 11,4% son usuarios que repiten. El número de visitantes repetidores ha disminuido casi un 1% este año. Un factor que puede explicar esto es el hecho de que en los últimos meses apenas he publicado nuevos artículos y esto se ha traducido en un descenso de las visitas recurrentes. A la vez, el aumento de las visitas a la web respecto al año pasado también explica que el número de nuevos visitantes sea mayor.
Como cada año, aquí te dejo una comparativa de las estadísticas de este año (línea azul) respecto a las del año anterior (línea naranja):
La distribución por países ha cambiado un poco respecto a los dos años anteriores. El mayor porcentaje de usuarios se sigue encontrando en España (40,94%), pero este porcentaje ha disminuido respecto al 56,5% del anterior. Argentina, México y Colombia repiten segunda, tercera y cuarta posición en el top 10 de los países visitantes de Pasaporte Solidario. Estoy encantada de recibir visitas procedentes de diferentes países de Latinoamérica y del resto del mundo. ¡Para mí es una motivación enorme saber que mi trabajo no tiene fronteras!
Y para ponerle la guinda a este pastel de números, te cuento que estoy requetecontenta porque el tráfico orgánico crece un año más: casi el 77% de las visitas a la web provienen de búsquedas en Google, y eso es fantástico porque significa que el señor Google me quiere y muestra mis contenidos en las primeras posiciones. Para mí esto es un exitazo, ya que no es bueno depender de los algoritmos de las redes sociales ni de la publicidad.
Estos son los datos más importantes respecto a la procedencia del tráfico en la web:
- Tráfico orgánico = 76,7%
- Visitas directas a la web = 13,3%
- Redes sociales = 5,3%
Debo confesarte que me encanta redactar este informe una vez al año, ya que me da una visión global y objetiva de la realidad del proyecto, lo cual es muy necesario y, a la vez, muy difícil de conseguir en el día a día.
Las redes sociales
Ya sabes cómo es esto de las Redes Sociales: es un mundo muy cambiante y al que debes ir adaptándote a la velocidad del rayo.
Cuando empecé con Pasaporte Solidario, Facebook era el rey y lo utilizaba como única plataforma social. Pero esto ha ido cambiando e Instagram ha ido ganando protagonismo, hasta el punto que ahora es el canal estrella y el que mejor me funciona para compartir contenidos y crear comunidad:
- Facebook: 4.401 (+ 335 seguidores en el último año).
- Instagram: 3.616 (+1.981 seguidores en el último año).
- YouTube: 83 (+ 52 suscriptores en el último año).
Como ves, el crecimiento de la comunidad en Instagram ha sido importante y se ha consolidado como principal escaparate del proyecto. Pero ya sabes que esto puede cambiar en cualquier momento, así que veremos qué nos depara el próximo año en cuanto a redes sociales.
Personalmente, me gustaría empezar a potenciar YouTube y a compartir más contenido en formato vídeo, pero no es algo que vaya a empezar a hacer a corto plazo.
Los servicios
A pesar de que el volumen de trabajo con clientes ha sido menor que otros años, el trabajo “en la trastienda” ha sido enorme. He trabajado más que nunca en los cimientos del proyecto, asentando nuevas bases y reconstruyendo el negocio para alinearlo con mi transformación y con mi propósito.
Aun así, he ofrecido más servicios de los que cabía esperar:
- CONSULTORÍA DE VOLUNTARIADO. Este servicio ha desaparecido como tal y ha dejado paso a algo con lo que me siento mucho más identificada: un curso de preparación para el voluntariado consciente y responsable. Pero antes de esta renovación, llevé a cabo 3 procesos de acompañamiento a través de la anterior consultoría de voluntariado.
- VIAJES DE TURISMO RESPONSABLE A KENIA. Antes del inicio de la pandemia, acompañamos a 2 grupos por Kenia. El mes de diciembre de 2019 fue un mes muy intenso y de mucho trabajo, pero a la vez muy gratificante: durante la primera quincena, el equipo de Inteligencia Viajera recorrió Kenia de nuestra mano para hacer un team building y, en fin de año, acompañamos a otras 14 personas. Después de esto, ya sabes… 5 viajes cancelados. Pero nos quedamos con la satisfacción y los momentos vividos con las 29 personas que confiaron en nosotros.
- PROGRAMA HAKUNA MATATA. ¡La estrella de este 2020! 🙂 Este servicio surgió de forma tímida y fruto de la situación actual, con mil miedos e inseguridades, pero no me cabe la menor duda de que ha llegado para quedarse. En estos meses, he llevado a cabo 3 ediciones tremendamente exitosas y he ayudado a casi 70 personas a vivir esta experiencia y a integrar la filosofía de vida Hakuna Matata en sus vidas para vivir de forma más sencilla y con menos emociones negativas.
El motor de mi trabajo es esto, el trabajo directo con mis clientes, y no puedo sentirme más agradecida por haber seguido recibiendo la confianza de todas estas personas. ¡Mil gracias a todas y a cada una de vosotras!
Los ingresos
A pesar de no haber sido el mejor año a nivel de ingresos, el balance final no es tan negativo como cabía esperar.
Con los servicios que te he comentado, he facturado un total de casi 25.000€ en el tercer año del proyecto. A esto hay que sumarle los ingresos de algunas afiliaciones y mis ingresos como tutora en la Escuela Nómada Digital. Y, por supuesto, restarle todos los gastos del negocio.
Al final hemos salvado el año y no he tenido que dejar de lado mi negocio digital para volver a trabajar presencialmente, que era lo que más me preocupaba. Además, he podido seguir invirtiendo en mi negocio, he podido seguir formándome y hemos podido dar un gran paso a nivel personal: Salu y yo nos hemos comprado un pisito y por fin tenemos nuestro rinconcito 🙂
Las personas
Este año tan difícil hubiera sido muuuucho más complicado sin las personas que han estado apoyándome y acompañándome:
Mi familia, mis amigos y Salu, mi maestro Hakuna Matata, han sido fundamentales para seguir adelante en estos meses tan duros, ¡gracias infinitas! Supongo que a ti te ha pasado lo mismo y que el confinamiento y la incertidumbre se han hecho más llevaderos con el apoyo de tus seres queridos.
Mi “otra familia”, la virtual, también ha sido importantísima este tercer año del proyecto. Tanto a las personas que os habéis convertido en clientes y que habéis confiado en mí y en mi trabajo, como a todas las personas que estáis al otro lado dándome calorcito y apoyo a través de las redes sociales y del email, ¡mil gracias, sin todos vosotros esto no tendría sentido!
Irene Milián, la persona que descubrió que había vida más allá de los viajes, que me hizo “clic” y que me ayudó a crear el programa Hakuna Matata. Además, ahora me estoy formando como consultora de marca personal con ella. Irene, desde el primer día hasta hoy no he dejado de aprender de ti, ¡bendito el día que decidí formarme contigo!
Y como siempre, gracias Inteligencia Viajera por creer en mí e impulsarme hace 3 años, por confiar en mi trabajo como tutora de en la Escuela Nómada Digital, y por elegirnos para recorrer Kenia el pasado diciembre. ¡Fue un honor diseñar nuestro primer viaje de empresa para vosotros!
El futuro
Aunque el presente esté siendo tan convulso y tan difícil, estoy convencida de que todo esto va a pasar más pronto que tarde y que el futuro vendrá cargado de cosas buenas, aprendizajes y éxitos. Estos meses tan difíciles me han servido para crecer mucho a nivel personal y profesional, y eso solo puede traducirse en cosas buenas en los próximos meses.
Revisión de objetivos
Antes de contarte mis objetivos para el próximo año, quiero hacer una rápida revisión de los objetivos que me marqué el año pasado. En general estoy muy satisfecha porque he cumplido la gran mayoría de metas que me puse (esto quiere decir que me marqué objetivos realistas), y las que no ha cumplido están bastante relacionadas con la situación actual:
- Relanzar el nuevo Pasaporte Solidario. ¡Misión cumplida! Y no puedo estar más satisfecha con el resultado 😀
- Escribir como mínimo 2 artículos y 2 newsletters mensuales. No he cumplido este objetivo, y no me gusta nada no haberlo hecho…
- Delegar algunas tareas del proyecto. No ha podido ser… A excepción de la parte financiera y de facturación, no he podido delegar otras tareas. Cuando los ingresos vuelvan a crecer, este será de los primeros objetivos a cumplir.
- Abrir un nuevo destino de turismo responsable y solidario. Nos hemos quedado a medias, pero la balanza se decanta más al sí. En enero, justo antes de volver a España, Salu y yo recorrimos Etiopía con el objetivo de incorporar este destino y crear experiencias para las personas que ya nos han acompañado por Kenia. El primer viaje iba a ser el pasado mes de octubre, pero no pudo ser. No sabemos cuándo, ¡pero Etiopía nos espera!
- Realizar el I Encuentro de Viajerxs de Pasaporte Solidario. ¡Conseguido y disfrutado al máximo! El primer fin de semana de febrero, vivimos 2 días mágicos con casi 30 personas de diferentes grupos viajeros. Fue, sencillamente, maravilloso, ¡mira!:
Nuevos objetivos
Ya sabes que en cada informe me marco objetivos para el próximo año. Este año es un poco más difícil establecer objetivos realistas, ya que la incertidumbre es muy grande y la situación sanitaria mundial es la que manda ahora.
No obstante, sí hay algunas metas mínimas que quiero alcanzar en los próximos 12 meses:
- Crear y lanzar el Curso de Preparación al Voluntariado Consciente. Hacer un voluntariado no es irse de vacaciones. Por eso, me parece fundamental preparar este tipo de experiencia con mucha responsabilidad (si realmente queremos ayudar). Ya estoy preparando el guión y pronto me pondré a grabar todo el contenido. Me gustaría que estuviera listo el primer trimestre del año 2021.
- Realizar 3 ediciones del programa Hakuna Matata. Quiero seguir mejorando y consolidando este programa para que realmente sea un pilar del proyecto.
- Reactivar el blog. Este es el objetivo que llevo arrastrando varios informes, pero sigo decidida a recuperar la regularidad en la publicación de nuevo contenido.
- Explorar nuevos canales de comunicación. Soy consciente de que el formato escrito cada vez se consume menos, por lo que quiero investigar nuevas líneas de creación de contenido. No sé si el formato será vídeo o audio, pero sea como sea este año quiero empezar a formarme para dar forma a este nuevo canal de comunicación.
- ¿Viajes y encuentros presenciales? Este es el gran interrogante. Si podremos o no realizar viajes a Kenia, si podremos celebrar el II Encuentro de Viajeros de Pasaporte Solidario…, es una incógnita. Así que no quiero marcarme objetivos en este sentido, iremos viendo sobre la marcha en función de la evolución de la situación mundial.
¡Notición! Un poquito de luz al final del túnel
Como te he contado antes, desde el 1 de agosto es posible viajar a Kenia, pero Salu y yo decidimos esperar a ver cómo evolucionaban las cosas antes de plantearnos ofrecer un nuevo viaje.
Después de muchísimo trabajo de trastienda, de ese que no se ve, a principios de octubre decidimos abrir plazas para un viaje este Fin de Año. Antes de que te eches la manos a la cabeza y pienses que estamos locos, déjame que te cuente por qué tomamos esta decisión 😉
En Kenia, y en África en general, la incidencia y la evolución de la pandemia es muy diferente a la que estamos viviendo en otros lugares del mundo. Allí, el virus ha atacado mucho menos y de forma mucho menos intensa. Por otro lado, el turismo que ofrece Kenia es fundamentalmente un turismo de Naturaleza y espacios abiertos, por lo que es posible visitar el país de forma segura y responsable.
Aun así, decidimos adaptar el viaje a la nueva realidad, y para ello tomamos algunas medidas:
- Modificar itinerario y actividades para evitar lugares masificados (como Nairobi, por ejemplo) y riesgos innecesarios para nosotros y para los colectivos que visitaríamos (hemos reducido y modificado las visitas a proyectos sociales).
- Potenciar actividades al aire libre y en espacios abiertos: más safari, más playa, más Naturaleza…
- Crear un grupo burbuja y ofrecer menos plazas que habitualmente.
Llena de nervios por retomar los viajes, lancé la noticia a la comunidad a través de la newsletter. No tenía ni idea de qué respuesta iba a recibir, pero no tuve que esperar mucho para saberlo: la acogida no pudo ser mejor, y en 4 días teníamos completo el equipo de esta experiencia.
Todavía hoy me emociono al pensarlo… Fue una inyección de motivación y de esperanza muy grandes ver las ganas de darle una patada a este año tan duro que hemos pasado, de volver vivir y de no seguir paralizados por la situación (siempre con la responsabilidad y la prudencia necesarias, por supuesto).
Así que, si la situación lo permite, el 25 de diciembre pondremos rumbo a Kenia con un nuevo grupo. Estoy segura de que serán unas fiestas navideñas muy especiales para todos, que nos convertiremos en casi familia. Pero, sobre todo, estoy convencida de que será un viaje muy especial, más intenso y transformador si cabe.
Esperemos que sea el primer viaje de muchos de la “era post-COVID”, así que te animo a apuntarte a esta lista prioritaria si quieres recibir información preferente de las próximas experiencias en grupo a Kenia.
Con esta buenísima noticia y esta rayito de esperanza cierro este informe. ¡Es la mejor guinda para este pastel! 🙂
¡AHORA TE TOCA A TI!
Me encantaría conocer tu opinión sobre todo esto que te he contado. ¿Qué te parece la transformación del proyecto y el rumbo del nuevo Pasaporte Solidario?
Sería genial leerte en los comentarios. Mientras, mil gracias por estar al otro lado y por celebrar conmigo este tercer cumpleblog 🙂
2 comentarios en «Informe #06: 3er cumpleblog. 2020: reinventarse (una vez más) o morir»
Hola Marta! Conseguiste darle la vuelta a una situación super complicada, para mi un gran ejemplo de resiliencia. De esa situación ha nacido algo maravilloso que he tenido el placer de disfrutar contigo y un grupo de mujeres increibles. El Programa HAKUNA MATATA nos ha llevado a Kenia sin avión y ha despertado y activado muchas sensaciones que en mi caso estaban dormidas. Gracias por esos 21 días de reflexiones, acciones y movimiento interior, recordando los valores que me forman y abriendo camino a quien realmente soy.
Se que 2020 ha sido y sigue siendo un año muy difícil, pero a la vez ha sido un año lleno de descubrimientos y uno de ellos has sido tu ^^ No me ha dado tiempo aún a conocer más sobre Pasaporte Solidario de hace 3 años, pero puedo asegurar que todo lo que he descubierto en estos meses y el rumbo que está tomando me hace sentir que no me lo quiero perder.
Enhorabuena por este proyecto que sigue creciendo año tras año y que tantas sonrisas genera. Cuando he visto el vídeo del reencuentro me he imaginado el reencuentro de las Hakunis 😀
Un fuerte abrazo y besazo,
Hakuna Matata!!
Eli
¡Hola Eli!
perdona que lea tan tarde este comentario porque, como dices, este último año ha sido un poco locura, y no he podido atender el blog como debería.
No sabes lo agradecida y feliz que me siento por haber podido compartir contigo este pedacito de Kenia durante 21 días, y ojalá algún día puedas vivir con nosotros esta experiencia desde aquí.
Un abrazo enorme.